Exitus da nombre a la ramificación de poemas escritos bajo la luz desabrigada de un sistema público de salud mental que, por ninguneado, se ofrece mediocre, deficiente, con lamentables consecuencias para las personas que necesitan de su atención y que, con excesiva frecuencia, acaban obteniendo interminables esperas y hastío en respuesta. Son los versos de la mujer que sobrevive a la violencia de género y que vive para contarlo. Se trata del poemario de la muerte, casi obscena en su claridad, pero también de la esperanza inmediata como mano tendida que jamás traiciona. Se trata, sobre todo, de una obra esencial.
No he abandonado la nada y convertido en mujer
para soportar el cieno en la mirada
de mis semejantes. Como mujer
se me ha dado una espalda desnuda, no un paredón
ni me place
ser salpicada de sangre. Tampoco vine a esta vida
para parecerme a la perla ni al oro viejo
de los dedos de las señoras. Quise hacerme carne
por un motivo que ya no recuerdo. El silencio
es una hogaza de pan de la que mi memoria se alimenta alimento
la tierra con la pobredumbre de las rosas secas
caídas del cabello de la mujer que amo. La muerte es azul
como las aguas de un mar maldito. Es algo
que sólo yo percibo
y me siento sola.
egoña M. Rueda (Jaén, 1992) es autora de diez poemarios, todos y cada uno de ellos galardonados, entre los que destacan Error 404 (XLVI Premio de Poesía Ciudad de Burgos, Visor 2020), Servicio de lavandería (XXXVI Premio Hiperión de Poesía, Hiperión 2021) o La mujer okupada (XXIX Premio Ciudad de Córdoba Ricardo Molina, Cántico 2022).