Nadie evoca Los Ángeles mejor que Jonathan Kellerman. Fascinante. Los Angeles Times.
Ingeniosa y terrorífica. Times.
Entretenimiento de alto voltaje. Sunday Times.
Sofisticada, con una trama inteligente y satisfactoria. The New York Times.
Desde que Jack el Destripador aterrorizó los bajos fondos de Londres en 1888, no se había visto un escenario criminal tan horripilante como en Víctimas. Por lo que se decía, la corrosiva Vita Berlin no tenía ni un amigo. Pero ¿a quién ofendió tan profundamente como para acabar asesinada de forma tan grotesca? El riguroso detective de la policía de Los Angeles Milo Sturgis, ante el escalofriante panorama, pide ayuda a su colaborador Alex Delaware, psicólogo especializado en perseguir a los maníacos homicidas. pero, a pesar de sus refinadas habilidades, se siente frustrado cuando ocurren otros abominables asesinatos sin aparente conexión entre las víctimas. La única pista dejada por el asesino es un signo de interrogación en una hoja de papel. Para prevenir el pánico ciudadano, Milo redobla esfuerzos para descubrir el lazo que pueda unir a las víctimas y Alex rebusca en el mundo secreto de los tratamientos mentales, desde el elegante consultorio de un psicólogo de Beverly Hills hasta el instituto mental donde él había estudiado. Cuando cada pieza del puzle queda colocada, aparece un terrorífico retrato de una increíble mente siniestra y diabólica que lo perseguirá
despierto o en sueños mucho tiempo después de que el caso haya concluido.