La sociedad líquida que en su momento anticipó Zygmunt Bauman vive mostrándose en los discursos públicos, manifestándose en todos los formatos adaptables a una pantalla o eclosionando sin fin en las redes sociales. Y todo este contenido, por líquido que pueda llegar a ser, necesita un relato. El mensaje se convierte en un objetivo en sí mismo y poco importa si se adorna, se exagera o se sustenta en pura conjetura: lo relevante es que disponga de una arquitectura propia y que persiga ciertos fines estratégicos. Se trata, en definitiva, de orientar activamente la interpretación de la ciudadanía. En este contexto, la comunicación política es uno de los ámbitos en los que con mayor ahínco se aplican tácticas para generar opiniones a partir, precisamente, de la creación de relato(s). Las aportaciones de este volumen ahondan en los engranajes de esos relatos para deconstruirlos y analizarlos desde las perspectivas del lenguaje, la imagen, la retórica, la ficción y la falsificación con el fin de contribuir a desvelar el paradigma que rige actualmente la comunicación política.