Perseguido por razones políticas, Emmanuel Mbolela huyó de la República Democrática del Congo en 2002. Su viaje en busca de un nuevo hogar duró seis años, durante los cuales vivió en condiciones infrahumanas y tuvo que lidiar, entre otros, con la corrupción de los funcionarios de aduanas y el abuso de los pasadores, hasta que por fin obtuvo asilo en los Países Bajos en 2008. En el proceso, Mbolela se convirtió en activista y fundó junto con algunos compatriotas la Arcom, la Asociación de Refugiados Congoleños en Marruecos, para luchar por los derechos de los migrantes. Refugiado es el testimonio en primera persona de la odisea que supone para muchos africanos viajar a Europa persiguiendo la idea de una vida mejor, y ofrece una nueva perspectiva de esta crisis global que todos parecemos querer ignorar.