La Resistencia en Europa empezó en el mismo momento en que la Alemania nazi por un lado y la Unión Soviética por otro invadieron Polonia. Inmediatamente se formaron movimientos de reacción internos y externos a las mismas. Las sucesivas invasiones de los países de Europa Occidental por parte del nazismo; de Grecia y los Balcanes por el fascismo italiano; y de los Países Bálticos, Besarabia y Carelia por parte de los soviéticos hicieron aflorar grupos similares en contra de dichas ocupaciones y de sus sistemas dictatoriales impuestos. A veces eran grupos pequeños, otras de considerable tamaño; y los combatieron tanto con las armas como con la propaganda y la contrainformación. Fueron lo que se ha llamado el "ejército de las sombras", glorificado a lo largo de los años tanto por el cine como por la literatura.
La Segunda Guerra Mundial no concluyó hasta que a finales de los años cincuenta no se dieron por vencidos o fueron exterminados los últimos guerrilleros en Grecia, Rumanía, Lituania, Ucrania, en los bosques polacos y también en España. Estos grupos partisanos habían sucedido a aquella clandestinidad antinazi o antisoviética, y en ocasiones a ambas. Incluso el resurgimiento del maquis español a partir de 1944 estaba más vinculado a las experiencias partisanas de Francia y de la Unión Soviética, que propiamente con nuestra Guerra Civil, razón por la que queda incluida en el libro.
Contra Hitler y Stalin intenta explicar el fenómeno de la resistencia, analizando cómo y por qué unas personas se negaron a aceptar un poder político impuesto y ajeno. Estudia las maneras en que se llevó a cabo, sus distintas estrategias y fuentes ideológicas que la inspiraron, el contexto de guerra y posguerra en el que se desarrollaron, así como su denominador común, que nos permitan explicarnos por qué la resistencia tomó aquellas formas en aquel momento concreto.