Un artista es un observador de la vida, en constante diálogo con la naturaleza, con la realidad, consigo mismo y con el arte. Si el arte se enajena de alguna de sus dimensiones, necesita empezar a dialogar, es decir, necesita confrontarse. Algo que puede empezar a resolverse cuando dos artistas se reúnen a discutir, a debatir sobre sus respectivas experiencias, sobre aspectos relativos a los procesos creativos y al ser del creador. Eso tratarán de abordar Silvana Solivella y Daniel Orson Ybarra en esta distendida charla llena de sana complicidad e inducida por Patricia Bentancur, que no es sino prolongación de las muchas que se han llevado a cabo en Abanico, ese milagro ginebrino que aúna arte y amistad: «Estas conversaciones son saludables para el espíritu. Son una hermosa manera de compartir cono- cimientos y experiencias, además de un e?caz ejercicio de apertura a las diferentes formas de pensar: ¡son el diálogo por excelencia!».