Los pequeños refugios han ido creciendo en popularidad durante la última década, convirtiéndose rápidamente no solo en las mejores escapadas para encontrar algo de paz y tranquilidad, sino en un ejemplo perfecto de la Nueva Arquitectura Ecológica, respetuosa con el medio ambiente, capaz de hacer construcciones eficientes e inteligentes, y formando parte del entorno en el que están construidos.