Hay libros cuya lectura no debería terminar nunca –para evitar cierta sensación de desamparo–, como hay
libros que nunca deberían dejar de estar disponibles para aquellos lectores que quieran acercarse a ellos.
Por eso existe esta edición de los CUENTOS de CARLOS CASTÁN, que recupera y reúne tres libros de
cuentos que –si no lo son ya– están llamados a ser clásicos de la literatura contemporánea.
Frío de vivir, Museo de la Soledad y Solo de lo perdido (junto a su relato más extenso, Polvo en el neón)
han sido, a lo largo de más de veinte años, el ejemplo rotundo de una estética personalísima. No solo en la
preocupación formal y estilística, donde CASTÁN ha brillado de manera evidente, sino en lo temático y
en su forma de mirar: una vida dedicada a narrar la soledad, la fragilidad de lo que nos rodea, las heridas
del amor, y la lucha incansable contra la memoria, los fantasmas y las culpas. Y la esperanza.
Un volumen, por tanto, especial desde su propio prólogo –deslumbrante y aclaratorio–, que permite ver
la evolución del escritor en su escritura y en su vida. Y que logra el objetivo principal: que sus historias,
sus cuentos, no se dejen de leer nunca. Que no se terminen jamás.