Los seis cuentos que constituyen La claridad –título que mereció el VI Premio Ribera del Duero– anuncian todo lo que deseamos y no alcanzamos, los miedos y los arrebatos, el amor y la traición y los pequeñísimos instantes de dicha. El brillo de la claridad es más brillo cuando se contempla desde la oscuridad. Y es, precisamente, desde ese amplio parámetro de la negrura, donde un particular y resuelto manejo del lenguaje, de la voz narrativa y de los registros, logra crear personajes libres o condenados, siempre eternos, en unas historias inesperadas, extraordinarias, violentas y terrenales que se combinan para mostrarnos el lado más afilado de la belleza.
El jurado, del que formaron parte los escritores Óscar Esquivias, Clara Obligado y presidido por Fernando Aramburu, otorgó el premio por unanimidad, y resaltó la minuciosidad narrativa y la mirada perturbadora de Marcelo Luján, proyectadas en un libro muy persuasivo, que pone de manifiesto un cuestionamiento del idioma y una poética del desarraigo.