La historia de la moda guarda un lugar entre los grandes para Paco Rabanne,
diseñador español criado en París que condensó el arte, la arquitectura y las
esperanzas de toda una época en colecciones hechas con materiales y técnicas
que tomó prestadas de la industria y la construcción. Eran los años sesenta,
y todo invitaba a la experimentación, como los nuevos tejidos sintéticos
con los que Rabanne creó fantásticos diseños. Sus vestidos futuristas y sus
originales accesorios se hicieron imprescindibles, y el metal y la arquitectura
eran sus fuentes de inspiración. Sus radicales propuestas le procuraron tantos
adeptos como detractores, pero, aún hoy, su influencia es incontestable en las
colecciones de los grandes modistos actuales.