Responsable de extender la moda italiana por todo el mundo, Giorgio Armani
es el visionario que se lanzó a vender ropa de marca a escala industrial, en
unas colecciones que mezclan la elegancia del cine clásico con el aire informal
de la ropa de fin de semana. Tras el impulso que le dio el éxito de la película
American Gigolo, cuyo vestuario firmaba, las mujeres se rindieron a la elegante
masculinidad de su ropa. Su inconfundible mezcla de minimalismo japonés,
glamour hollywoodiense y limpísima modernidad se ha ampliado además al
mundo de los perfumes, los vaqueros, la ropa para niños e incluso los muebles y
objetos de decoración, sin olvidar su fructífera colaboración con la industria del
cine y sus estrellas.