Todavía hay quienes creen que hacer terapia es solo para aquellos que están muy mal o están «locos», y algunos se privan de compartir con los demás que están haciéndola, porque se avergüenzan de ello. Como si necesitar ayuda y buscarla fuera
un signo de debilidad. Afortunadamente, cada vez hay más personas que recurren a la terapia y lo llevan con total normalidad.
Este libro trata de personas reales. Cada una de ellas y su proceso terapéutico protagonizan un capítulo, a través del cual la autora nos habla de aquello que a todos nos acerca y nos humaniza: el miedo, las heridas que cargamos en el alma, la culpa, la vergüenza, la ansiedad, el amor, la soledad, y cómo vamos repitiendo las mismas situaciones, o la vida nos las pone delante una y otra vez hasta que aprendemos lo que tenemos que aprender.
Cosas que escuché en terapia nos ayudará a identificarnos con una o con muchas de las vivencias que describe, y a descubrir que nada que hable de sentimientos nos es ajeno.