El Protágoras pertenece al grupo de diálogos frecuentemente llamados socráticos, que datan de la juventud de Platón y presentan las características más sobresalientes del socratismo: determinación de los conceptos de orden práctico. Sócrates, en efecto, se ha limitado siempre al estudio de las cosas humanas, la ciencia relativa a la conducta de la vida. El método de Sócrates consiste precisamente en examinar, en poner a prueba (basanidsein, exetasein, skeptesthai, skopein) las ideas de otros, es decir, las definiciones puestas por otros, pero no en proponer él ideas o definiciones. La tesis principal de Sócrates es la identidad entre saber y virtud: para ser virtuoso es necesario saber; y es suficiente poseer la sabiduría para ser virtuoso.