No parece muy complicado: matar al dragón, besar a la princesa, despertarla... Pero ¿qué pasa si al recibir el beso no sólo no se despierta la princesa, sino que el príncipe cae presa del sueño también? En el mundo de los sueños, sólo Aurora podrá librarse de la maldición de Maléfica, despertarse a sí misma y ser dueña de su destino.