Viajar en tren es mágico. A veces, la magia está dentro: en un tren con sitio para moverse y conocer gente, cenar en el vagón restaurante con manteles blancos, dormir en un compartimento privado entre sábanas almidonadas con el sonido de las ruedas de acero sobre los raíles. A veces, la magia está fuera, en el paisaje que atraviesa el tren: una aventura, una experiencia, una incursión en el corazón de un país.
En Lonely Planet siempre hemos tenido debilidad por los trenes. Quizá tenga algo que ver con nuestra historia, muy arraigada en los viajes por tierra, en seguir líneas de los mapas y ver adónde conducen y en deleitarnos en la gente y lugares que encontramos por el camino. Muchas generaciones de viajeros han vivido esa sensación con una guía de Lonely Planet al lado, sea en la Union Station de Chicago, la Gare de Lyon de París, la Chhatrapati Shivaji Terminus de Bombay u otra gran estación de tren del mundo. Este libro pretende sintetizar esa sensación y animar a emprender otros viajes fabulosos.