En Madrid, a finales del siglo XX, el profesor y arqueólogo Ricardo Brook recibe el encargo de ir a París a examinar un antiquísimo espejo de turquesa y obsidiana con mango de oro que parece un anómalo híbrido de viejas culturas. Esta propuesta supondrá para él el reencuentro con el escenario de días más felices, pero también el comienzo de una aventura inesperada que lo llevará a cruzarse con personajes y lugares enigmáticos y peligrosos, al conocimiento de realidades y dimensiones insospechadas, así como a la reconciliación con el amor y con su alborotada e inquieta conciencia.