¿Existió un pintor del Renacimiento veneciano tan excelso como Tiziano, de cuya obra no ha quedado nada? Solo una débil hipótesis descubre, a partir de una anomalía en la firma del cuadro El hombre del guante, atribuido a Tiziano, que podría tener otro autor, un prodigioso discípulo suyo, apodado El Turquetto.
Metin Arditi configura la biografía de este personaje. Nacido en Constantinopla, de padres judíos, el joven Elías siente pasión por el dibujo y los colores, pero no puede desarrollar sus aptitudes en su pobre entorno natal. Cuando se le presenta la oportunidad de partir, se instala en Venecia con una identidad falsa y allí se convierte en discípulo de Tiziano. Al cabo de los años, ya independizado y casado con una veneciana, es un artista plenamente reconocido y admirado que rivaliza con su maestro, con Veronese o con Tintoretto. Pero un áspero giro en la rueda de su fortuna acabará con Elías condenado a muerte. Y sin embargo, de nuevo en Constantinopla, un mísero porteador, un hammal, parece tener el rostro de… ¿quién?