Tras su u´ltima aventura internacional en El hombre de negro, Rafael Sa´nchez vuelve para completar su Trilogi´a del medio siglo. Con el trasfondo del ‹‹legado Rube´n Dari´o›› salvado gracias a Antonio Oliver y Carmen Conde (de cuya entrada en la Real Academia se cumplen ahora cuarenta an~os), Jose´ Joaqui´n Bermu´dez Olivares nos lleva con su habitual estilo oblicuo y alusivo, rico y elusivo, barroco y desasido, desde Cartagena hasta la sierra abulense y desde la costa inglesa hasta Madrid, en una postrera peregrinacio´n de su personaje entre el conocimiento y la desolacio´n.
Con ecos de Dickens, Henry James, Torrente Ballester y tantos otros, el autor nos habla: ‹‹Como si en la rutina estuviera la salvacio´n; en la repeticio´n, la dicha; en la cotidianidad, el perdo´n; en la comprensio´n, el conocimiento y la bondad (...) o la triste si´ntesis entre el bien y el mal: una madre no recordada, un padre ausente, una hija muerta, un nieto que habla desde un parai´so perdido››...
Con Los cuatro santos, Rafael Sa´nchez se despide de ustedes.