Pat Trax era un pirata muy raro, sin una pata de palo ni parche en el ojo malo. Pero tenía un galeón pirata y una lora que hablaba en japonés. Y un secreto, trenzado de olas, algas, pulpos, ballenas, tesoros y amigos de mar adentro. Y un sueño, también: surcar los siete mares aunque no tuviera barba roja ni fuera el terror de nadie.
¿Al abordaje? Pat Trax no era tan tremendo, se contentaba con ver ondear al viento su bandera de libertad multicolor.