La atmósfera de Nueva Orleans incita a disfrutar de la comida, la bebida y la diversión. Desde su delicioso e icónico patrimonio gastronómico y la mejor música en vivo del país, hasta noches sin descanso. Además, su arquitectura de origen francés, español y estadounidense, sus tiendas vintage y de antigüedades, boutiques de vanguardia, de arte funcional y kitsch y los festivales hacen que sea un lugar indispensable. Conocida también como la “Capital Gay del Sur”, no dejará indiferente a la comunidad LGTBI. Y los niños también quedarán encantados con sus fiestas de disfraces semanales, la fantasía que desborda y su extravagancia.