Una capital que sabe renovarse para no dormirse en sus laureles y un destino donde la cultura va siempre de la mano del ocio, donde los grandes museos se codean con los mejores hoteles, los grandes restaurantes con las tiendas de lujo: el Louvre, clásico y moderno, más adelante la catedral gótica de Notre Dame, un paseo en barco por el Sena, ahora el museo d’Orsay, posiblemente el mejor museo de pintura impresionista del mundo, o el centro Georges Pompidou, un momento de relajación en los Jardines de Luxembourg o las Tuileries, un paseo por el barrio del Marais o la obra de Rodin expuesta en su casa-museo, una panorámica de la capital desde la Torre Eiffel o la colina de Montmartre, para terminar con una cena romántica en cualquiera de sus míticos restaurantes o asistiendo al mágico espectáculo de su Moulin Rouge. es una guía práctica, cómoda y básica para conocer lo esencial de las ciudades más importantes del mundo.