ISABEL ESCUDERO RÍO nació en Quintana de la Serena (Badajoz), en 1944 y falleció en Madrid, el 7 de marzo de 2017, donde residió y ejerció como profesora de la UNED. Desde muy niña escribía versos y los recitaba en público. Devolver la poesía a la viva voz y al canto siguió siendo su empeño más constante: “Prestar oído a la gente, ya que es del lenguaje corriente de donde toda poesía, cuando es verdadera, se alimenta”.
Tinta robada es su poemario póstumo, cuya edición ha estado al cuidado de Virginia López Graña, nacida en Alcázar de San Juan y licenciada en Filosofía Clásica.
De la poesía de Isabel Escudero se ha escrito:
“…Que este aprendizaje de la voz anónima y los aciertos que el amor del azar le haya brindado a doña Isabel Escudero en la imitación y continuación por escrito de las fórmulas orales, pueda traer algo de rotura y riqueza a la literatura de los Cultos, es algo que no podemos sino desear fervientemente, no ya por los merecimientos de ella, sino también por la dominación y pesadumbre de la retórica y pedantería de varia color en la poesía literaria…”. AgustÍn GarcÍa Calvo, prólogo a Coser y cantar, 1984.
“…No conozco otro caso parecido de fidelidad extrema a la herencia de lo popular, entendiendo lo que esa fidelidad conlleva, ya que no se trata de una lírica revitalizadora del folclore, emuladora de su ejemplaridad, se trata de una voz enormemente personal, expresiva de un mundo muy propio, que alcanza una extraordinaria dimensión, al sonarnos como anónima…” Luis Mateo DÍez. Prólogo a Cifra y aroma, 2001.
“Hay momentos donde el lenguaje es, a la vez, flecha y herida. Flecha capaz de romper el velo –la ilusión– de la realidad; herida que nos toca el corazón porque acierta a mostrar lo que no se ve a simple vista, pero que alguna vez, como en un sueño perdido, hemos vislumbrado.” VÍctor Erice. Epílogo a Cifra y aroma, 2001.