Una mañana Hanna encuentra a una cebra bajo la cama, así sin más. Hanna es nueva en el barrio y en el cole y además tiene dos papás. A ella le parece estupendo que la cebra la acompañe a clase y participe como una más. Bräuninge, así se llama la cebra, es muy buena en cálculo, escritura, gimnasia... pero, ¿se le permitirá quedarse? Lo que sí es seguro es que Hanna nunca olvidará ese día de colegio.