En DISFRAZ DE HÉROE, chico conoce a chica. La chica resulta ser una princesa y hay un dragón que la quiere devorar. Hasta aquí, la historia puede que te resulte familiar, pero las cosas no siempre son lo que parecen; las apariencias suelen engañar. A veces pretender que somos otra persona sirve para armarnos de valor y hacer algo que de otra forma no nos atreveríamos. Escogemos un disfraz que, sin embargo, nos ayuda a ser nosotros mismos. Porque ser uno mismo a menudo exige valentía. Y tú, ¿te atreves?