Cuando Louise y Renée, las dos protagonistas de la novela, salen del convento de Blois, separadas por la lejanía pero unidas por una profunda amistad, empiezan una correspondencia en la que describen sus más íntimas sensaciones sobre su existencia fuera de las paredes de la clausura: Louise vuelve a París, donde conocerá la vida mundana de la capital y el amor novelesco con un noble español desterrado; Renée regresa a la monótona y austera vida de provincias y se resigna a un matrimonio al parecer de conveniencia y a un destino ya escrito.
En esta novela epistolar, Balzac aborda el universo femenino a través de los ojos de una mujer fuerte y decidida, que se rebela contra lo establecido, y de otra, dócil y sumisa, que parece aceptar sin discutir las decisiones de los demás: ambas se ven obligadas a recorrer caminos divergentes en busca de la felicidad, pero el destino no ha dicho su última palabra.