La fascinante crónica de un siglo reconstruida desde la memoria de uno de sus protagonistas.
Para recuperar la memoria, un hombre centenario, encerrado en un psiquiátrico, escribe y dibuja sobre los muros de su celda los recuerdos que va recuperando. Esto lo lanza a una aventura por las grandes ilusiones y desilusiones de su siglo, y a descubrir las múltiples vidas que lo habitan. Tiene que inventar a sus ancestros y dejar que destile una verdad más profunda. Tiene que inventarse a sí mismo a partir de unos cuantos jirones de recuerdos o delirios.
Su misterio se va desentrañando con sobresaltos, silencios y desbordamientos: aparentemente es un mexicano emigrado a Estados Unidos, enamorado frustrado de la mujer que sería seducida utilitariamente por el asesino de Trotsky. Emigrado de nuevo a la Unión Soviética, se vuelve obrero en la planta armadora que Henry Ford le vendió a Stalin para crear una utópica Detroit soviética. Finalmente será el calígrafo y constructor de este peculiar laberinto. En el centenario de la Revolución Soviética, su testimonio es una cámara de ecos tan entusiastas como adoloridos. Su catatonia y su despertar son los del siglo. Y no han terminado.
Reseñas:
«Es una obra maestra. Uno de los libros más importantes que se han escrito en castellano en los últimos tiempos.»
Alberto Manguel
«Ruy Sánchez es sin duda el más interesante de los escritores mexicanos actualmente activos. En su obra los géneros literarios no tienen fronteras, siempre desconcierta y sorprende, siempre va a fondo y, siendo profundo, sin embargo sonríe.»
Octavio Paz
«Más que novelas sus libros son un nuevo modo de aprender a leer: el de la fulguración.»
Severo Sarduy
«Aprecio en los libros de Ruy Sánchez la búsqueda de la forma necesaria para cada historia que cuenta. Es algo excepcional en tiempos donde se cultiva lo contrario y eso hace de él un escritor extramuros. [...] De sus relatos y ensayos hablamos conSusan Sontag, quien lo leyó y comentó atentamente, con Luce López-Baralt y SeveroSarduy, que escribieron sobre él, con Octavio Paz, ampliamente, y todos coincidimos en esa apasionada singularidad.»
Juan Goytisolo
«Ruy Sánchez devuelve el ensayo a la narración y el relato a la biografía. Incluso cuando dedica su tiempo a leer a los rusos victimados o disidentes, lo hace con la misma atención al lector que lo acompaña; después de todo, los autoritarismos y fundamentalismos son monologantes y nos niegan el turno de la palabra.»
Julio Ortega