En 1871, la revolución social estalla en París. La Comuna es proclamada, pero el gobierno, establecido en Versalles, está determinado a aplastarla… Gustave Doré, testigo de los acontecimientos, retratará a los actores del drama, a los diputados que apoyan al gobierno, hipócritas, charlatanes, de un egoísmo brutal, y a los desposeídos revolucionarios, ignorantes, resentidos, condenados al fracaso. El conjunto resultante será una lección magistral de dibujo caricaturesco, una sátira política insobornablemente crítica de alcance universal.