El contacto
lo deciden, juntos, la carne
y el fuego. Entonces se funden
en lo tibio, que es
la mitad de la sangre.
Nos habremos encontrado
con el flanco desconocido, con el golpe,
con la herida; también con lo suave.
Y la seda resbala, se desprende
del tacto angelical, y los dedos
se quedan sin nosotros.
“Encuentro furtivo”, de Màrius Sampere
Màrius Sampere i Pasarell (Barcelona, 28 de desembre de 1928) es uno de los poetas más importantes de las letras universales. Su producción es en lengua catalana, aunque este Nadie y la luz es original en castellano, la lengua con la que el autor comenzó a escribir su primeros versos y a la cual, ahora, retorna con una fuerza y un vigor de altísimo nivel. Con su primer libro, L’home i el límit, gana el premio Carles Riba (1963, uno de los más importantes en lengua catalana). Durante los setenta y los ochenta, obtiene otros galardones, como el Recull de poesía (Poemes de baixa freqü.ncia) o el Miquel de Palol (Llibre de les inauguracions). A partir de finales de los 90 y principios del 2000 recibe, por fin, y gracias al grito de críticos y poetas afines, el reconocimiento del público y de las instituciones, a una obra quizás algo relegada hasta ese momento, por las pocas concesiones del autor a la “lectura fácil” de su obra. Así, es reconocido con premios de considerable prestigio como el de la Crítica Serra d’Or (Subllum, 2000); el de la Crítica de poesía, el Ciutat de Barcelona y el Nacional de Cultura (Les imminències, 2002); y, en 1999, recibe la Creu de Sant Jordi, galardón concedido por la Generalitat de Catalunya a toda una trayectoria. Destacan, de entre una prolífica obra, Oniris i el tret del caçador (1987), L’ocell que udola (1990), La taula i les estrelles (1992), La cançó de la metamorfosi (1995), Demiúrgia (1996), Ens trobarem a fora (2006), La ciutat submergida (2009) y, más recientemente, L’esfera insomne (2015, Premi Cavall Verd y Premi Lletra d’Or).