Ingrid Barrøy nació en una pequeña isla que lleva su apellido en la costa del norte de Noruega: un refugio para una sola familia con su ganado y sus cosechas, sus esperanzas y sus sueños. Es la primera mitad del siglo XX. La vida de los pescadores-labriegos del archipiélago no es fácil, una lucha por la supervivencia por medio del mar y la tierra. Pero a la familia Barrøy no le faltan agallas ni habilidades para salir adelante. El padre de Ingrid sueña con más niños, una isla más grande y una vida diferente, con construir un muelle que los conecte al continente, a pesar de que estrechar lazos con el mundo tiene un precio. La madre tiene sus propios sueños: más niños, una isla más pequeña y una vida diferente. Ingrid crece con el mar y las tormentas, los pájaros y el horizonte.
Sin embargo, el eterno ciclo de las estaciones se ve interrumpido por la guerra y el contacto con el mundo exterior. Noruega también está despertando a un mundo más grande y moderno. La tragedia golpea a la familia e Ingrid debe luchar para proteger el hogar en el que ha crecido.