Un escritor en horas bajas es incapaz de escribir nada decente. El éxito comercial de su última novela parece haberle arrastrado hasta un bucle de inseguridad que lo mantiene bloqueado ante la página en blanco. Se obliga a tomar unas vacaciones y aislarse durante un tiempo en la Sierra de Cádiz, un retiro espiritual donde olvidarse de la presión de la editorial, de las facturas sin pagar y de las llamadas telefónicas constantes.
Con el paso de los días descubre que, en la cabaña donde se aloja, aparece un nuevo número pintado en la pared cada mañana. Una cuenta atrás sin explicación aparente que termina sumiéndolo en la mayor de las obsesiones. Es probable que su vida corra peligro y el tiempo apremia. Los números no perdonan.
Una crisis creativa, un cambio de escena, sucesos misteriosos, muerte, amor y reconciliación con uno mismo. Todo ello con un sabor profundamente rural y gaditano, contado con una narrativa fresca, ágil y sin tapujos. Estos son rasgos distintivos de Fopiani que lo hacen destacar dentro del género con toques ligeramente underground.
La Carcoma es un pueblo, pero también una metáfora.