A los pequeños (y grandes) hermanos y hermanas. A los padres y madres que los cuidan. Y también a los abuelos, abuelas, tías y tíos, familiares y amigos. A todos les gustaría tener una varita mágica con la que tocar a los recién llegados y dotarles de maravillosos y preciosos dones: ¡energía, imaginación, valentía, palabras, juegos, risa, música..! Pero quizá no sea necesaria la magia. Todos los niños y niñas nacen con todos estos dones, y muchísimos otros más que no caben aquí. Este libro es una bellísima canción de bienvenida para que todos los recién nacidos den sus primeros grandes pasos en la vida.