El mundo de este libro está hecho de invernales pesadillas, de poesía y de ciencia ficción en diversas proporciones. No es exactamente el nuestro, sino la frontera entre la nieve y los sueños de la infancia, pero el reflejo que nos devuelve termina por arrojar algo de luz en nuestro rostro de adultos perplejos. ¿Qué sucede cuando los que gobiernan el mundo y hacen las leyes no saben qué viene después, porque todo está a punto de derrumbarse? Nos instala en un apocalipsis donde se produce una relación de sinonimia entre miedo y felicidad (Marta Sanz). Sus relatos son bombazos directos a la conciencia, que nos enfrentan con nuestros propios miedos: vacuidad, soledad, incomprensión, sentido de la existencia (Care Santos)