En las páginas de este número de Eñe, encontramos un inventario literario de adicciones diversas. Sustancias psicotrópicas, alcohol o comida, pero también naturaleza pastoril, fisgoneo conyugal o sexo con enanas. La rutina o el azar, en realidad, pueden ser también una adicción. Como demuestran los autores de los relatos y de los poemas que forman este volumen, las adicciones son una forma de vida, un temperamento del que es difícil escapar y que proporciona felicidad y angustia al mismo tiempo.