Malas caras, jornadas imposibles, estrés, incomprensión, ordena y mando, incomunicación?este suele ser el ambiente que campa a sus anchas por la gran mayoría de las empresas. ¿El resultado? Un empleado infeliz y nada motivado así como menor rentabilidad y productividad. ¿Qué pasaría si en lugar de este escenario se propiciara la felicidad en el trabajo como fin para ser felices como personas y viceversa?
A esta gran pregunta da respuesta Santiago Vázquez y lo hace desde la Psicología Positiva. Para el autor es imposible trabajar y vivir de otra forma y más cuando de aquí a que podamos jubilarnos tengan que pasar unos cuantos años. ?Si vamos a trabajar 40 años o más, ¿podemos renunciar a intentar ser felices? La respuesta es no?, comenta.