Esta obra está dividida en seis partes, destinadas a probar sus dotes combinatorias, su sentido del ataque, su talento para descubrir los mates, determinar su capacidad en tanto que defensor, verificar sus conocimientos sobre finales y la pertinencia de su razonamiento.
Los ejercicios propuestos son de varios tipos y de nivel desigual. Su dificultad se anuncia mediante la cantidad de estrellas que preceden al número del diagrama, según el baremo siguiente:
-Una estrella= fácil
-Dos estrellas= media
-Tres estrellas= difícil.
Ciertas posiciones están precedidas de un texto que presenta sus características principales, encaminándole hacia la solución, pero cuanto más difícil es el ejercicio, menor es la ayuda, pues cuanto más se avanza más hay que aproximarse a las condiciones de una partida real.
Al abordar un diagrama, lo mejor es contar el material para hacerse una idea de la situación y del objetivo de cada bando; si la posición está igualada, la captura de un peón bastará para conseguir la victoria. Con una pieza menos, habrá que intentar hacer jaque mate... De la misma forma, si algún bando no tiene ninguna debilidad evidente, habrá que intentar una combinación de habilidad; mientras que si los dos bandos están en pleno ataque, la sucesión más plausible consistirá sin duda en una combinación violenta. Pase revista a todas las posibilidades tácticas de la posición, aunque todavía no estén establecidas. Centre su atención en la zona de combate y tome nota de las amenazas que planean no sólo sobre las piezas situadas en esta zona, sino también sobre las piezas que protegen a estas últimas.
Para aproximarse a las condiciones normales del juego, reproduzca los ejercicios en un tablero y resuélvalos en un tiempo limitado, sin mover las piezas. Los jugadores habituados pueden operar a partir del diagrama. El tiempo: una solución correcta proporciona casi tantos puntos cuando se da en el tiempo asignado como tras haber sobrepasado el límite, con el fin de favorecer a los que se toman tiempo para reflexionar. Por otra parte, a menudo las respuestas incorrectas están sancionadas con puntos negativos, cuando conducen a la pérdida de la partida en lugar de a la victoria.
Más vale ganar puntos dando la respuesta correcta aunque sea pasándose del tiempo asignado que perderlos dando una respuesta fantasiosa en el tiempo asignado.