Melinda, «flor de miel», vive a cargo de la cariñosa Mamá Juana en una casa que se llena de niños hasta el anochecer, cuando sus padres los recogen a la vuelta del trabajo. Melinda sueña con poder rescatar algún día a su verdadera madre, raptada por unos piratas cuando ella era aún muy pequeña y que ahora es señora de un lugar encantado en el que flores y árboles se convierten en oro cuando se los toca. La magia y la ternura desbordan en este relato, siempre a caballo entre la imaginación y la realidad, que reserva emocionantes sorpresas a todos los lectores.