En este libro se han reunido 101 grandes problemas de ingenio, que pondrán a prueba tu sentido común. Para
resolverlos no es necesario el uso de calculadoras, ni dibujar esquemas o elaborar complicadas teorías. Todos son de
una apabullante sencillez. ¡Cuidado! Sencillez no significa facilidad. Jaime Poniachik nos recuerda en el prólogo que
el gran matemático húngaro George Pólya, especialista en la resolución de problemas, dejó escrito que 'resolver
problemas es un arte práctico, como nadar, o esquiar o tocar el piano: sólo se aprende por imitación y por práctica'.