Recreando tiempo, lugar y motivaciones de una composición musical, Carpentier escribió un relato cuya trama se inicia en Coyoacán en los primeros años del siglo XVIII, prosigue en Cuba, toca incidentalmente algunos sitios de España, pasa por Roma y culmina en ámbitos de Venecia, de donde describe las carnavalescas mojigangas y en cuyas incidencias se entrevera lo contado en esta novela.