Este libro es un análisis concienzudo del papel que ejerció John F. Kennedy en la invasión estadounidense de Vietnam, y una penetrante reflexión acerca de la cultura política de élite que permitió y fomentó la Guerra Fría. En él, Chomsky descarta los esfuerzos por hacer resucitar a Camelot, un atrayente mito americano en el que se representa a John F. Kennedy como un valiente paladín que prometió la paz, y cuyos planes sólo se vieron frustrados por unos asesinos decididos a cerrar el paso a este héroe solitario que, de haber vivido, se hubiera retirado, unilateralmente de Vietnam. A diferencia de ciertas personalidades destacadas tales como Oliver Stone (director de la película JFK), el historiador Arthur Schlesinger y John Newman (autor del libro JFK and Vietnam), Chomsky sostiene que las instituciones y la cultura política de EE.UU., y no los presidentes individuales, son la clave para una comprensión del comportamiento de EE.UU. durante la Guerra de Vietnam.