Este libro es la impresionante historia de un hombre libre y consecuente. Alexandre-Marius Jacob se formó en los ambientes obreros anarquistas de finales del siglo XIX, y desde los 18 años se enfrentó a la justicia burguesa, a la que ridiculizó hasta el extremo de que la literatura francesa ha recogido sus gestas, inspirando la figura de Lupin.
Cuando, en 1905, fue juzgado, nadie podía creer que aquel joven revolucionario hubiera organizado semejante red de robo, militante y altamente especializada, con más de 150 golpes a sus espaldas.
Su rebeldía no se doblegó ni con los 20 años que pasó en la Isla del Diablo, en la Guayana francesa, en condiciones espantosas. Diecisiete evasiones y casi nueve años de celda de castigo avalan su indomable orgullo libertario. Murió, indómito, en 1954, cuando y como quiso.