Berlín, 1945. El Tercer Reich y su Führer están a punto de caer por el mismo horror que han generado. En un búnker bajo una ciudad devastada por los bombardeos, Eva Braun aguarda el desenlace inminente sabiendo que se va a enfrentar al final de sus ilusiones, de sus esperanzas y de su vida, y escribe unas cartas de despedida a Hitler (que él jamás leerá) en las que realiza una confesión en toda regla: son los recuerdos, los sueños, el amor, los reproches, los celos propios de cualquier mujer que ama, pero que son en este caso los de la amante del hombre que ha llevado a su país, y al mundo entero, a la guerra y a la destrucción.
Las epístolas (¿verdaderas o ficticias?, el lector lo deberá ir descubriendo por sí mismo) son el desgarrador testamento de una mujer que vuelca sus más sinceros sentimientos sobre la persona a la que decidió dedicar su vida y a la que también ligaría su muerte.