La confesión es un libro que, en forma de novela histórica, nos muestra los aspectos más contradictorios de la Edad Media. Cuando el mundo occidental se derrumbaba con la caída del Temple, un personaje de ficción, nacido en tierras catalanas, se convierte en protagonista de una historia sobrecogedora: desde su lecho de muerte inicia la narración de su azarosa vida, en forma de confesión a un amigo musulmán de Granada, siguiendo un orden cronológico de los acontecimientos.
A medida que va explicando su relato, se van sucediendo uno tras otro los momentos más desgarradores a través de una serie de vivencias. Y es cuando el lector toma conciencia de la fuerza de los sentimientos, de la dureza de las traiciones, de la crudeza de los miedos y desamparos y de la precariedad de la vida humana, cuando nuestro protagonista, médico de profesión, tiene que luchar con su ciencia para salvar a numerosas personas de enfermedades o heridas en combate, poniendo en riesgo, en muchos casos, su propia seguridad.
Este personaje, que narra su historia en primera persona, es, además, caballero templario, y su ingreso y desarrollo en la Orden del Temple es explicado con todo lujo de detalles, desde su iniciación como postulante hasta la confirmación como caballero, en la encomienda de la Ciudad Condal. Por ello, gracias a su condición de médico y de caballero templario, conoce a innumerables personajes coetáneos a él, que formaron parte de un mundo convulso, donde la fuerza de los valores contrasta con las debilidades de la miseria humana. Pero, por encima de todo, late la fuerza de la lealtad, el respeto y el afecto entre las personas, y se superan las barreras de las culturas, las religiones y los pensamientos filosóficos de la época.
En La confesión, el lector tiene que estar preparado para culminar una serie de difíciles pruebas, a las que se verá sometido en el libro, para alcanzar un final sorprendente.