En la Odisea de Homero, Ulises, de regreso a Ítaca bajo una identidad ficticia, es reconocido por su nodriza Euriclea gracias a su cicatriz de la infancia. Este episodio en apariencia discreto proporciona una importante clave de interpretación: detrás del Ulises vencedor hay un Ulises vulnerable. La cicatriz nos devuelve un Ulises cercano y contemporáneo, que lleva en su piel la marca de una herida.
La cicatriz en la literatura europea contemporánea parte de la premisa de que la herida y la cicatriz son núcleos de significación fundamentales en la literatura. El cuerpo, la intimidad, la ciudad y la historia (personal y colectiva) son los espacios donde la herida y la cicatriz llegan a ser visibles. El libro analiza las huellas que por un lado distintas formas de violencia contemporánea y por otro lo que se podría llamar, de acuerdo con la escritora francesa Hélène Cixous, el «pensamiento de la piel», dejan en el cuerpo, en la intimidad, en la ciudad y en la historia, considerados como territorios cicatriciales. La literatura, que en palabras de Cixous, es toda entera una cicatriz, trabaja en el corazón de las contradicciones y de las zonas de sombra, construyendo una verdad ficcional compleja, opuesta a los discursos manipulados de las dictaduras, las formas violentas de poder y los fundamentalismos. A través del análisis de la cicatriz se plantea en filigrana una de las cuestiones más importantes e urgentes de nuestro tiempo, a nivel filosófico, político y social: el vínculo con el otro y la alteridad.
Los primeros tres capítulos, centrados en las figuras fundamentales de Juan Marsé, Norman Manea y Hélène Cixous, reflexionan sobre la «narrativa de la cicatriz» en relación con una historia colectiva convulsa. Los últimos dos examinan una «poética de la cicatriz», de los «refugios» y las «ruinas» en la literatura española contemporánea, a través de las importantes aportaciones de Luis García Montero y Ángeles Mora.
Ioana Gruia (1978, Bucarest). Es investigadora y profesora de literatura comparada en la Universidad de Granada. Su libro de poemas Otoño sin cuerpo ha sido finalista (2002) del premio Federico García Lorca de la Universidad de Granada. Con Nighthawks (2007) ha ganado el mismo premio en la modalidad de cuento. Ha publicado la monografía Eliot y la escritura del tiempo en la poesía española contemporánea (Visor, 2009). El sol en la fruta (Renacimiento, 2011) obtuvo el premio Andalucía Joven de poesía y ha sido traducido al francés en la editorial L?Harmattan (2014) y al rumano en la editorial Tracus Arte (2015). Es autora también de la novela La vendedora de tiempo (Espuela de Plata, 2013, prólogo de Luis García Montero). En septiembre 2015 obtuvo el premio de poesía Emilio Alarcos, con el libro Carrusel (Visor, 2016). Su página web es www.ioanagruia.com