En estas páginas se relata el largo camino recorrido por España desde la situación de aislamiento en que la habían sumido las últimas acciones del agonizante régimen franquista en el otoño de 1975, pasando por el proceso, no exento de obstáculos, dilaciones y dificultades, de normalización internacional, hasta la consecución de una significativa influencia en la Europa y en el mundo en cambio de los años noventa del siglo XX. Si la Transición interna podría darse por concluida en el otoño de 1982, la exterior, en opinión del autor, se prolongó seis años más, hasta que, alcanzada plenamente la normalización internacional, no cabía ya duda alguna de que al fin España estaba «en su sitio». A partir de 1989 nuestro país estaba ya bien situado para ejercer su creciente influencia no sólo en Europa, en el marco de la Comunidad Europea (pronto Unión Europea), sino también en escenarios como el iberoamericano o el mediterráneo o en las Naciones Unidas.