Sudán, Somalia, Liberia y Ruanda son los escenarios donde transcurre este libro escrito como una crónica
periodística sobre el abandono del África posterior a la Guerra Fría, donde el genocidio, los ejércitos de niños
soldados, la pobreza, la enfermedad, el expolio de los recursos, la violencia sobre la población civil, la desesperanza
y la rabia son el telón de fondo de un texto que se convierte en una reflexión sobre la condición humana, el oficio del
reportero y la responsabilidad que el mundo rico tiene en el continente más pobre de la tierra.