La presente monografía aborda uno de los temas de mayor valor y utilidad para la mejora de la práctica pedagógica, tanto en el marco de los centros educativos como en las diversas modalidades de intervención pedagógica: educación social, orientación, animación sociocultural o educación en general. Si la educación, por su propia naturaleza, es una actividad organizada y sistemática cuya finalidad no es sino la mejora del ser humano, el programa en el ámbito educativo no es sino un plan sistemático de actuación al servicio de metas pedagógicamente valiosas, y su evaluación un medio excelente para su logro y su mejora. El autor hace una apuesta decidida por una concepción integral, integrada e integradora de la evaluación, por la necesidad de armonía y coherencia entre la evaluación de los aprendizajes y de la enseñanza, de los programas y profesores y de los centros educativos. Del mismo modo, muestra su predilección por la función formativa de la evaluación y se manifiesta partidario de la aplicación del principio de complementariedad metodológica al llevar a cabo evaluaciones de programas. La monografía se estructura en tres grandes unidades temáticas, dedicadas respectivamente al estudio de los conceptos fundamentales, al análisis del proceso de evaluación de programas y a la presentación y análisis de las diferentes fuentes de información y de las técnicas e instrumentos adecuados para la evaluación de programas.