¡Podemos pintar los sueños! es un libro que recoge de manera sencilla dos clásicos de la pedagogía: el diario de clase y el triángulo de relaciones. Una manera de ejercer de maestro y una manera de entender y hacer realidad la escuela y la educación, que con mucha naturalidad han practicado grandes maestros y maestras en siglos pasados y que con tanto acierto recogieron en los treinta puntos de la Escuela Nueva, la escuela que aún hoy está pendiente de ser generalizada y practicada en nuestro país.
El diario de clase y el triángulo de relaciones son dos elementos que dan forma y fondo al contenido del libro, pero el hecho de que sean dos elementos clásicos de la educación no significa que se dé una mirada atrás; al contrario, es un libro actual, vivo, culto, abierto, y nos da la posibilidad de redescubrir la flexibilidad y el entusiasmo del magisterio, acercándonos a aquello que transforma el trabajo de cada día en algo deseable para todos: niños y niñas, maestros y maestras y familia.
La lectura de este libro no deja indiferente, puede contagiar a quienes se sienten seguros en una escuela aburrida, cerrada y gris y empujarlos a emprender la ruta del color de lo imprevisto, del sueño de la educación, del goce del trabajo diario. Para otros, puede ser un bálsamo saber que no están solos, que hay compañeros y compañeras que actúan como ellos y son felices con su trabajo.