A diferencia de los demás varones de su propia familia, Vane Cynster nunca quiso verse atado a ninguna mujer, por muy encantadora que ésta fuera, y Bellamy Hall le parecía el lugar perfecto para ocultarse durante un tiempo de las cazamaridos de Londres.
Pero un día Vane conoció a Patience Debbington y pronto nació en su mente algo más que un deseo de seducción. Patience, por su parte, no estaba dispuesta a sucumbir a las proposiciones de Vane. Se había prometido a sí misma que jamás se expondría a que le rompieran el corazón...