La joven y culta viuda Desirée Wallin es bibliotecaria. Su marido Orjan murió en un accidente hace dos años, y se siente muy sola. Su deseo más profundo es tener un niño, pero su aspecto de ratón de biblioteca y su carácter introvertido no le ayudan a la hora de conocer gente. En sus visitas a la tumba de Orjan, coincide con un personaje rústico que arregla con esmero y dudoso gusto el sepulcro de sus padres. Es Benny, un granjero solitario y aislado del mundo, que necesita una mujer fuerte que le quiera y ayude a llevar adelante su trabajo. Un hombre simple y con buen corazón, que nunca tuvo la oportunidad conocer mundo ni hacer nada más que ocuparse de la granja familiar. Entre sus cantos a las vacas en Nochebuena y su ropa comprada por catálogo no hay sitio para una mujer. O al menos eso pensaba hasta que Desirée apareció en su camino.