En abril de 1988 un joven llamado Michael Sutton acude a la investigadora para hablarle de un antiguo caso jamás resuelto. En 1967, una niña de cuatro años fue secuestrada y Michael cree que podría identificar a quienes la asesinaron. Pese a sus dudas, Kinsey acepta dedicarle un día de su tiempo. Pronto, sin embargo, descubreque Sutton es, como mínimo, un poco fantasioso y, lo más importante, que le oculta información sobre sí mismo.